
Thomas se quiere probar a sí mismo en Sodor, por lo que no duda en tomar prestados dos camiones de James e irse al Continente a vivir aventuras. Allí conoce a varios motores experimentales, de los cuales no tarda en hacerse amigo, aunque en una de sus aventuras con ellos termina perdido en una fábrica de acero. Por suerte para Thomas, allí se encuentra con dos motores un poco misteriosos, pero que lo reciben muy bien, aunque poco a poco se da cuenta de que nada es lo que parece. James, por su parte, se queda esperando a Thomas y cuando se da cuenta de que no vuelve se va al Continente tras él, pues tiene problemas muy serios y lo necesita. James necesita de la ayuda de Thomas y de sus amigos, los motores experimentales, una ayuda que le va a prestar demostrando que la amistad es lo más importante, muy por encima de ser el favorito en las carreras. 5645m